Conflicto en una reunión: ¿y ahora qué?
Búsqueda del origen del conflicto
Cuando las opiniones son contradictorias, es importante identificar la causa de la discrepancia. ¿Cuál fue el tema tratado? ¿Por qué crea división? ¿Por qué causa indignación o enojo entre ciertos participantes?
Si la raíz del conflicto no está clara, pide con calma a las personas involucradas que digan qué les molesta.
Conflicto en una reunión: ¿y ahora qué?
¿Qué hacer?
Orden del día cuidadosamente preparado, organización de la sala, aspecto impecable, presentación dinámica, actividades que promueven una lluvia de ideas… como organizador de reuniones, has hecho todo lo posible para asegurar el éxito de tu evento y fortalecer la cohesión del equipo.
Desgraciadamente, el trabajo en equipo a menudo significa desacuerdos. Una situación tensa, tanto en el ámbito profesional como en la vida diaria, siempre es difícil de manejar y gestionar.
Como no es sencillo gestionar las reuniones y los conflictos al mismo tiempo, los expertos en reuniones del grupo Accor presentan sus consejos para resolver este tipo de situaciones, y en sacar provecho de ellas.
Cuando las opiniones son contradictorias, es importante identificar la causa de la discrepancia. ¿Cuál fue el tema tratado? ¿Por qué crea división? ¿Por qué causa indignación o enojo entre ciertos participantes?
Si la raíz del conflicto no está clara, pide con calma a las personas involucradas que digan qué les molesta.
Cuando surge un desacuerdo, las personas involucradas piensan que tienen razón y defienden su posición con distintos grados de vehemencia. Ten en cuenta que en caso de conflicto en una reunión, la resolución debe prevalecer sobre la victoria.
Incluso si están seguros de que no se equivocan, anima a los participantes a dejar su ego a un lado y sobre todo evitar ofender a la otra persona.
Los conflictos exponen los temperamentos. Los introvertidos mantienen la calma, necesitan cierto tiempo de reflexión para comprender el problema en su conjunto y elegir sus palabras. Los extrovertidos reaccionan de forma espontánea, se enfadan con facilidad, alzan la voz y hacen grandes gestos.
Si los nervios se caldean, tómate un descanso. Invita a los participantes a tomar un descanso de 15 minutos, ir a por un café o salir a tomar aire fresco. La situación debería calmarse a su regreso.
Una situación de conflicto puede surgir durante un juego de roles o trabajo en grupo. Úsalo sabiamente para recordar a tus participantes que la actividad actual tiene como objetivo promover la ayuda mutua y fortalecer la cohesión del equipo.
Felicítalos por su compromiso, al tiempo que les especificas que la comunicación es uno de los pilares de tu organización.
Aprovecha la oportunidad para convertir un conflicto en una sesión de brainstorming. Cuida de presentar el problema al grupo, para orientarlo hacia la reflexión deseada.
Aunque los participantes no lleguen a ninguna conclusión, habrán pensado juntos sobre un tema delicado, y tú habrás contribuido a construir vínculos entre los empleados.
Si el consejo citado anteriormente no produce efecto y el conflicto se vuelve excesivo, deberá intervenir un tercero. Podría ser el jefe de departamento o el director de recursos humanos por ejemplo.
Si hay un desacuerdo durante una reunión, asegúrate de concluir positivamente. Invita a los participantes a hacer una reverencia, mostrándole a la otra persona que los respetan y que su relación es más importante que el tema del conflicto. Aprovecha este momento para tocar el lado emocional y generar compromisos.