Solicitar un presupuesto

Los seis errores que debes evitar para que tu seminario sea un éxito

réussir séminaire

No definir bien el tema

Si no defines bien el tema del seminario que estás programando corres el riesgo de que tus empleados piensen que se trata de una reunión profesional como muchas otras. Al no despertar suficiente interés probablemente tendrás una muy baja participación.

Por esto un seminario exitoso requiere ante todo de stimular la curiosidad de tus empleados. Temas como “Una ciudad de Andalucía”, “La gastronomía japonesa”, “Una regata en catamarán”… Los posibles temas son infinitos. Otro consejo al hacer tu elección: puedes involucrar a tus empleados organizando una votación sobre el tema o creando una caja de ideas. ¡Éxito garantizado!

Precisión: Indica claramente que el evento es un seminario, no una conferencia. ¿Cuál es la diferencia? En ambos casos se trata de la reunión de un grupo de personas, pero con matices diferentes.

Un seminario se basa en el intercambio, en el debate de ideas entre los participantes, para así motivar, unir a los colaboradores o presentarles un proyecto.

La conferencia es algo más formal: un grupo escucha a uno o más conferencistas tratando un tema específico.

De todas formas, al informar a los participantes sobre tu seminario, busca siempre fomentar la participación de los empleados, unir a los participantes.

Los seis errores que debes evitar para que tu seminario sea un éxito

Los seminarios son una de las formas entre otras de desarrollar la cohesión de tu grupo aumentar el orgullo de pertenecer al mismo y de divertirse en un ambiente diferente.

Después de presentarte los seis errores a evitar en tus reuniones, los expertos en reuniones de Accor te presentan la lista de los errores más comunes que se deben evitar cuando se va a organizar un seminario.

No definir bien el tema

Si no defines bien el tema del seminario que estás programando corres el riesgo de que tus empleados piensen que se trata de una reunión profesional como muchas otras. Al no despertar suficiente interés probablemente tendrás una muy baja participación.

Por esto un seminario exitoso requiere ante todo de stimular la curiosidad de tus empleados. Temas como “Una ciudad de Andalucía”, “La gastronomía japonesa”, “Una regata en catamarán”… Los posibles temas son infinitos. Otro consejo al hacer tu elección: puedes involucrar a tus empleados organizando una votación sobre el tema o creando una caja de ideas. ¡Éxito garantizado!

Precisión: Indica claramente que el evento es un seminario, no una conferencia. ¿Cuál es la diferencia? En ambos casos se trata de la reunión de un grupo de personas, pero con matices diferentes.

Un seminario se basa en el intercambio, en el debate de ideas entre los participantes, para así motivar, unir a los colaboradores o presentarles un proyecto.

La conferencia es algo más formal: un grupo escucha a uno o más conferencistas tratando un tema específico.

De todas formas, al informar a los participantes sobre tu seminario, busca siempre fomentar la participación de los empleados, unir a los participantes.

Elegir una fecha inapropiada

Esto puede parecer obvio… Sin embargo, los profesionales de eventos señalan que es muy común elegir la fecha equivocada. Evita convocar tu seminario en época de vacaciones escolares, puentes o días festivos.

Para no equivocarse, lo mejor es fijar la fecha con un año de antelación, consultando antes a tu grupo o como opción organizando estos eventos en la misma fecha cada año, para que se convierta así en un ritual feliz que todos esperan ansiosamente.

No anticipar las preocupaciones logísticas

Planificar el lugar, probar los equipos, planificar los refrigerios, las comidas, los descansos y los recesos… Esto también puede parecer obvio, pero es fundamental planificar todos estos parámetros con mucha anticipación.

Tomarte el tiempo para hacerlo con anticipación te liberará de todas estas preocupaciones y en esta forma podrás dedicarte plena y tranquilamente a conducir tu seminario cuando llegue el gran día.

Descuidar la comunicación

Elegir el lugar, el restaurante, el hotel, la distribución de las habitaciones en el hotel, las actividades propuestas… Es fundamental comunicarle a todos con anticipación sobre cada uno de estos elementos. Esto ayuda a aclararle la situación a todos y les permite planificar sus actividades con tiempo.

Esto da como resultado un panorama agradable que crea un buen ambiente entre tus empleados semanas o incluso meses antes del evento.

No incluir a tus empleados en la organización

Organizar un seminario de dos o tres días en provincia o en el extranjero no es tarea fácil. Aprovecha esta oportunidad para que uno o más de tus colaboradores te apoyen en esta actividad.

Esta es una muy buena forma de desarrollar su sentido de pertenencia a la empresa y de recibir ideas y propuestas por parte de ellos.

Sobrecargar la agenda

Cuando finalmente llega el gran día muchos organizadores de seminarios intentan llenar la agenda tanto como les es posible esperando así alcanzar la mayor eficiencia. El único problema es que por lo general esto se hace a expensas de los descansos y del almuerzo.

Sin embargo, estos tiempos de descanso son esenciales para la concentración de los participantes y permiten crear momentos genuinos de intercambio y de cohesión, que marcan la diferencia entre un seminario exitoso, agradable y constructivo, y un seminario aburrido y demasiado exigente.

¡Así que asegúrate de mantener un buen equilibrio!