¿Cómo organizar un taller de forma eficaz?
1) El objetivo
Espacio para la originalidad y la relajación, pero con un marco claro: cada taller tiene su propio desafío. ¿Cuál es la prioridad actual: definir un plan de acción, anunciar un cambio, resolver un conflicto?
El objetivo está incluido en la invitación para que los participantes comprendan el proceso. Ya como actores en el evento, pueden contribuir así a ajustar el objetivo del workshop, o incluso para incluir nuevas animaciones. La interacción, principio básico del taller, por tanto, comienza desde el lanzamiento del proyecto.
¿Cómo organizar un taller de forma eficaz?
Entre trabajo práctico y actividades divertidas construyes un evento dinámico e interactivo con tu equipo.
Los expertos del grupo Accor te dan sus claves para organizar un workshop y fomentar el apoyo, hacer que la gente hable o renovar las prácticas.
Espacio para la originalidad y la relajación, pero con un marco claro: cada taller tiene su propio desafío. ¿Cuál es la prioridad actual: definir un plan de acción, anunciar un cambio, resolver un conflicto?
El objetivo está incluido en la invitación para que los participantes comprendan el proceso. Ya como actores en el evento, pueden contribuir así a ajustar el objetivo del workshop, o incluso para incluir nuevas animaciones. La interacción, principio básico del taller, por tanto, comienza desde el lanzamiento del proyecto.
Elige empleados en función de su implicación o habilidades, por ejemplo, en relación con el objetivo definido. Las relaciones jerárquicas no cuentan, el objetivo del workshop será precisamente hacerles olvidarlas.
No todos los participantes se conocen, lo cual es la otra ventaja del taller: refuerza los lazos y renueva las relaciones laborales. Todos los perfiles son bienvenidos: cuanto más variados sean, más fructífero será el workshop.
En aras de la eficiencia, cuenta entre 5 y 10 personas por grupo, aunque eso signifique dividirse en subgrupos de 2 o 3 según las actividades.
La ubicación es importante para el ambiente y la practicidad. ¿Un salón acogedor, una habitación verde, una terraza al lado del jardín? Lo principal es salir del marco habitual y tener un espacio adecuado para actividades.
Si el workshop dura varias horas, planifica tiempo para descansos y convivencia. Haz del tiempo un elemento estimulante, prestando atención, por ejemplo, a la duración de cada animación. El reloj de arena es un objeto interesante a este respecto: se utiliza a menudo en juegos de mesa y no está asociado a la competición como puede estarlo un cronómetro.
Dibujos, post-its, juegos de cartas, objetos insólitos…. Servirán para una lluvia de ideas, juegos de roles o un intercambio de experiencias. Prepara tu introducción porque marcará el tono y generará confianza.
También es momento de presentaciones, con un rápido recorrido por la mesa. Cada punto de vista, cada propuesta es bienvenida. Tu humor estimulará al grupo y ayudará a los más tímidos. Estar siempre presente para relanzar o replantear los debates.
Este es el momento de elaborar una lista de acciones propuestas, de los puntos conflictivos resueltos y también de los puntos que quedan sin resolver. En tu papel de organizador, has tomado notas sobre la marcha: su restitución alimenta el diálogo, los participantes son invitados a reaccionar ante ellas.
La mesa redonda es la forma más sencilla de involucrar a todos en el debriefing. Se complementará ventajosamente con un cuestionario de satisfacción anónimo: te ayudará a mejorar la organización y el funcionamiento de futuros talleres. Finalmente, para la eficacia del enfoque, define con el grupo las líneas generales de un nuevo taller. Ya sea para abordar un nuevo objetivo con ellos o para involucrar a otros colaboradores.
